La historia del rey pato

lunes, 3 de febrero de 2014

Éramos pequeños, éramos felices.

Cuando somos niños, casi nunca pensamos en el futuro. Esa inocencia nos deja libres para disfrutar de lo bonito de la vida como pocos adultos pueden hacerlo. El día que empezamos a preocuparnos por el futuro es el día en que dejamos atrás nuestra infancia. Y con ella, la felicidad.