¿Sabeis de estas personas, que viven de la manipulación, el engaño, la mentira y el control de las vidas ajenas antes que el de la suya propia?
Claro que lo sabeis, todo el mundo conoce a una o varias personas así. Incluso puede, que sin darte cuenta, tu alguna vez te hayas rebajado a ese tipo de calaña. Y es que es inevitable, por desgracia el ser humano es controlador, es egoísta, cruel y despiadado. No se si por que así nos ha convertido con el paso del tiempo la sociedad, o porque estamos predeterminados a ser así a no ser que elijamos otro camino.
De todos modos, me entristeze muchísimo. Que toda esa escoria a la que no consideraría ni persona, resulte ser en la actualidad la viva esencia del ser humano.
Miro a mi alrededor y solo veo máscaras enégrecidas por el hollin de nuestros sollozos. Miradas perdidas en el más negro vacío y sonrisas consumidas en la falsedad. En el mundo de ahora, cada vez es más difícil encontrar algo puro, vivo y sincero. Pues vivimos en el más árido de los desiertos, y en la más fría y cruda estepa. Formando parte de ellos, como cactus solitarios, puntiagudos. Puede que rellenos de un suave jugo, pero con nuestras almas cubiertas por una tosca y dura capa de arena y ceniza.
Y en el punto más alejado del desierto, yace mi alma, que grita pidiendo socorro a las pocas gotas de lluvia que quedan en el universo. Para evitar que la ceniza cubra por completo este mundo. Para recordarnos, que quizá, aún haya esperanza.