Aquella vez había sido diferente. Algo había cambiado.
Un fuerte sentimiento despertó en mi interior, y me hizo comprender que no todo estaba perdido, que aún quedaba esperanza. Que todo lo que había sufrido hasta entonces había sido por algo. Porque el destino me deparaba el mayor regalo que podría haber recibido jamás.
Él.
Y así fue como la pequeña niñita de la capucha roja descubrió que se había enamorado de su lobo.
-Häelyn