La historia del rey pato

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Un diminuto punto azul.

La luz recorre el vacío universo a una velocidad exacta de 299.792.458 m/s. La distancia desde nuestro sol al centro de la galaxia es de 27.000 años luz aproximadamente. Hemos descubierto la escritura hace menos de 5.000 años. Esto quiere decir que antes de que el ser humano montase por primera vez algo parecido a una civilización, nuestra galaxia pudo haber muerto. Y nosotros, actualmente, seguiríamos sin enterarnos. Porque aquellos puntos luminosos que vemos en el cielo nocturno, son simplemente la luz emitida hace miles de años, por las estrellas que pudieron haberse desvanecido ya.



Esta foto fue tomada por la sonda espacial Voyager a una distancia de 6 billones de kilómetros de la tierra. A unas 5 horas y 33 minutos / luz.


Eso somos nosotros. Eso, es nuestro hogar. Allí están quienes amamos, quienes conocemos, de quienes hemos oido hablar y quienes jamás sabremos de ellos. Ahí está la raza humana.


Cada mujer y hombre, cada niño, cada sueño, cada sentimiento de dolor, de alegría, de sufrimiento. De esperanza. Cada "superestrella", cada humilde anciano, inventores y destructores, pensadores, artistas, campesinos. Todos y cada uno de nosotros. La historia de nuestra especia vive y vivió allí.


En una mota de polvo suspendida en un haz de luz.



Estamos perdidos en un solitario rincón del espacio. Y algunos de nosotros incluso llegamos a creernos importantes, de alguna forma, para el universo. Pero la verdad es que todos, en nuestro conjunto, somos verdaderamente insignificantes. 

Exclamamos hacia los cielos nuestros anhelos, nuestras alegrías y nuestras penurias. Porque necesitamos que alguien nos escuche. Y cuando eso no funciona, y nos sentimos huecos, vacíos, carentes de un sentido trascendental que darle a nuestra existencia; es cuando miramos al cielo nocturno, y por fin, lo entendemos. 

Erramos al perseguir la grandeza. La fama. Creemos que eso dará sentido a nuestras fugaces vidas. Pero lo único que hace que tu existencia en este universo, haya merecido la pena, es recorrer tu propio camino. Libre de normas que acatar, de desconocidos a los que obedecer. Libre de ser uno más entre la masa. Y en tu libertad, vivir millones de historias en tu cabeza, provocar millones de sonrisas a tus seres queridos, y abrazar cada momento de tu presente como si en ello te fuera la vida. Porque en ello te irá.

Porque mañana, solo serás polvo enterrado en ese pequeñisimo punto perdido en la inmensidad del espacio.

lunes, 7 de septiembre de 2015

Consejo con sentido.


Si permites a tu tacto nacer del corazón,
si miras al miedo guiñandole los ojos,
si los aromas del amor viven eternos en tu olfato,
si escuchas los versos libres de tu estómago,
si saboreas la pureza de no tener que demostrar nada,
si vives cada segundo con tus cinco sentidos..

Haces de tu bondad alerta, tu escudero. 
Del honor, solo una palabra. 
De la no bandera, tu bandera. 
De las derrotas, victorias. 
De la inconsciencia animal, tu confesor.

Si abres mucho los ojos cuando tengas que abrirlos, 
y los cierras muy fuerte cuando tengas que cerrarlos, 
todo pasará en un abrir y cerrar de ojos.
-Hovik
Resiliente