A unos pocos kilómetros, por el bosque, más allá de la pequeña cabaña en la que llevaba viviendo unas semanas, Jhon se encontraba corriendo sin rumbo fijo con la esperanza de llegar a la civilización y poder volver a ver a Kate y a su familia. Ya llevaba demasiado tiempo fuera y necesitaba volver a verles.
Durante la instancia con los Albhed, Jhon fue aprendiendo a controlar en cierta medida su forma bestial. Ahora ya sabía transformarse a su voluntad pero no a volver a su forma humana Y aunque se sentía a gusto con los Albhed, necesitaba volver con su gente. Lo que el no tuvo en cuenta, es que esa noche era de luna llena.
Kësler y Nhix, que estaban al tanto de la calamidad que sería si Jhon se transforma delante de una multitud de humanos, siguieron el rastro de este transformados en un gran lobo negro y otro más pequeño de color pardo casi rojizo moviéndose por su hábitat natural con una agilidad y eficacia increíble.
Mientras tanto, en la pequeña ciudad de Kendil, Kate y Fred, intimo amigo de la infancia de Jhon junto a Kate, seguían preocupados por el paradero de Jhon y ahora se estaban preparando para salir al bosque a buscar respuestas. Kate estaba segura que desde esa noche en el bosque, Jhon dejó de ser el mismo por algún motivo fuera de lo normal y solo podía descubrirse yendo al lugar donde sucedió todo.
Basándose en lo que le había relatado su amigo en su momento, Kate y Fred salieron de Kendil y se dirigieron al bosque. El mismo bosque donde se encontraba la cabaña de cazadores y Jhon, Kësler y Nhix. Estaba claro que algo no iba a salir bien ese día.
Armados únicamente con un cuchillo de cocina afilado y el arco de competición de Kate con su pequeño carcaj. Kate y Fred caminaron horas y horas rastreando cada rincón del bosque minuciosamente. A varios kilómetros de ellos, separados por una pared natural de roca se encontraba Jhon. Hambriento, congelado y tratando de evitar su transformación. Pues el hambre hacía despertar un fuerte instinto cazador. Kësler y Nhix se habían separado para encontrar a Jhon; y ahora Nhix acechaba a un grupo de cazadores GRIM que estaban patrullando cerca de la cabaña. En los ojos de la hermosa Albhed ardía el ansia de venganza y esta noche era perfecta para cazar a un grupo GRIM desprevenido...
Se hacía de noche y la tensión en todos los que se encontraban en el bosque se hacía más y más intensa. Kësler vio un cuerpo tendido en una roca y bañado de sangre temió que fuera Jhon pero si le hubieran atrapado hubiera sido en su forma de lobo y se lo habrían llevado. Al acercarse, pudo comprobar que no era el chico. Pues visto más de cerca el cuerpo, Kësler pudo distinguir las dos hachas cruzadas y el cráneo de buey que formaban la insignia de los GRIM. rápidamente dedujo que se trataba de Nhix y marchó en su busca atravesando las montañas antes de que su hermana pequeña cometa otro asesinato llevada por la necesidad de venganza. Pero a los pocos metros encontró a Jhon. Encogido, sucio, manchado de sangre por toda la cara y con los ojos perdidos en el suelo mientras repetía continuamente "no, no, no..." Resulta que quien había descuartizado a aquel hombre había sido Jhon llevado por el hambre y no Nhix. Kësler cogió a Jhon y lo llevo rápidamente en lomos de vuelta a la cabaña Albhed. Luego, volvió en busca de su hermana. Pero ya era demasiado tarde. Cuando la encontró, ya había acabado con 3 guardias de un zarpazo en la garganta y ahora estaba ante Kate y Fred a punto de hacer lo mismo con ellos.
-NO! -gritó Kësler a Nhix mientras arremetía contra su hermana para detenerla antes de que esta acabase con Kate
-Lo han visto todo, nos pondrán en peligro. He de hacerlo. -respondió a su hermano muy seriamente. -Sabes perfectamente que no debemos dejar testigos de nuestras transformaciones.
-Los he visto antes. Conocen a Jhon. Por ellos el chico se escapó esta mañana. Déjales vivir. -dijo Kësler tratando de convencer a su hermana.
-En ese caso, se vienen con nosotros. -Y golpeó a estos dejándoles inconscientes en el suelo. -Te has vuelto demasiado blando.
-O tu demasiado humana. Recuerda que los humanos son impulsivos y egoistas. Por ello su historia está manchada de sangre. No te vuelvas como ellos hermanita.
Kësler y Nhix cargaron con los dos chavales y los llevaron a la cabaña con Jhon. Definitivamente, fue una noche sangrienta... Una noche que nadie volvió a mencionar ni quiso volver recordar.