Tras el desayuno, Kate Fred y Jhon volvieron a su ya rutinario entrenamiento con las nuevas armas. Pero había algo raro. Los pájaros que siempre revoloteaban por el claro del bosque donde Nhix y Kate practicaban con el arco hoy no estaban. Tampoco se oían a los grillos chirriar como todas las mañanas. Ni siquiera se percibía signo alguno de vida animal en las inmediaciones. Solo las ramas crujir a causa del viento y el débil sonido del agua bajando por el arroyo.
De pronto, aquel leve sonido armónico que acompañaba la misteriosa calma, se detuvo por unas milésimas de segundo creando un silencio total y absoluto que se rompió con un gran estruendo procedente de Kendil. De un salto, Nhix trepó a los árboles para saber que estaba pasando y entonces vieron aquella columna de humo sobre la pequeña ciudad acompañada de una sombra alada en el cielo.
-¡¡¡DRAGÓN!!! -gritó Nhix. -¡Todos a la cabaña, coged provisiones y vuestras armas, hay que salir de aquí!
-Nhix, ¿qué pasa? ¿qué era eso? -Preguntó Fred aterrorizado.
-¡No hay tiempo, hay que salir de aquí antes de que nos encuentre! - le contestó la Albhed agitada. -¡Corre o estaremos todos muertos!
-Me pararía a explicároslo yo mismo. Pero muertos no servimos de nada. Así que vamos a la cabaña y marchémonos lo antes posible. -Dijo Kësler a los chicos.
Kate y Jhon no entendían bien lo que pasaba pero no les quedaba otra que confiar en los Albhed ya que no podían volver a casa. Tras recoger algunas provisiones, las vestimentas guardadas en la pequeña gruta de Kësler, el viejo mapa y las legendarias espadas, el grupo decidió ir al sur de Kendil, en busca de más fieles a la resistencia Albhed que les sirvan ayuda y cobijo. Pero al poco tiempo de partir, una terrible ráfaga de viento les tumbó y milésimas después, la enorme figura del Bahamut se presentaba ante los ojos de Jhon y los demás. El gran dragón tenía los ojos clavados en Kësler. El Albhed le sostenía la mirada al este mientras se incorporaba lentamente ya transformado en esa especie de gran lobo negro. Por dentro, Kësler sabía que no había nada que hacer; se encontraba ante la muerte misma, pero no podía quedarse sentado sin hacer nada. Al mismo tiempo que el dragón, ya cargaba su siguiente ataque, un enorme resplandor blanco cegó monstruo alado desviando la trayectoria de la llamarada. Luego, una silueta misteriosa rodeó al grupo aún cegado por el resplandor y lo teletransportó a unas colinas del oeste, lejos de los ojos del Bahamut.
Todo había ocurrido demasiado rápido y el grupo entero cayó inconsciente. Menos Jhon.
Todo había ocurrido demasiado rápido y el grupo entero cayó inconsciente. Menos Jhon.
-¿Quién eres? ¿Qué...qué ha pasado? -Preguntó Jhon aún ciego
-No importa quien sea. Os acabo de salvar del Bahamut eso es todo. -Dijo aquel misterioso personaje
-Pero.. ¿Dónde estamos? -Volvió a preguntar Jhon.
-En Aish-jadar. Al otro lado de esos montes hay una pequeña aldea fácilmente visible. Id a ella y preguntad por Nar. Es el sabio. Él os espera, tendréis cobijo pero no os acomodéis demasiado porque cuando estéis preparados partiréis hacia el norte, a Frostgard.
- ¿Cómo puedo fiarme de ti si ni siquiera se tu nombre?
-Os salvé la vida. Nar os dará respuesta a todas vuestras preguntas, sois los elegidos, que menos. Ahora, salva Rorazan...
La silueta desapareció acompañada de otro destello de luz y Kësler y los demás se despertaron de la conmoción. Aquel ser... ¿Por qué les salvó? ¿Lo que dijo, será verdad? ¿Los elegidos? Sea lo que sea, están en deuda con aquello que les salvó así que habrá que dirigirse al otro lado de los montes de Aish-jadar y buscar respuestas a todo aquello.
Ciertamente, tu forma de escribir me gusta. La historia me puede gustar más o menos, personalmente me parece que está demasiado plaga de fantasía. No confundir, me gusta la fantasía, pero la retahíla de nombres y ese exacerbado misterio no me acaba de convencer. Por lo demás, go ahead :)
ResponderEliminarmmm gracias, lo tendré muy en cuenta :) Sinceramente yo también lo noto cuando escribo la historia pero no le pongo demasiada atención pues tampoco tengo tiempo ni soy lo suficientemente bueno como para hacerla buena de verdad. No obstante, intentaré mejorar eso por ti en especial, ya que te has molestado en aportar algo y eso lo tengo siempre muy en cuenta :)
EliminarSi algún día, con tiempo libre suficiente se me enciende la chispa trabajaré sobre esta historia para hacer de lo que salga de ella un libro y quizá, si fuera posible, publicarlo.
De nuevo, muchas gracias ^^
Plagada*.
ResponderEliminar¿Te gustaría escribir una historia conjunta?
ResponderEliminarEn verano, con más tiempo y a poder ser con la mente más despejada me encantaría. Claro que sería algo complicado
Eliminar