La historia del rey pato

domingo, 6 de mayo de 2012

Pese a saber todo eso.

Te vas del ordenador, corres a prepararte, vas a llegar tarde. Una vez preparado, te miras al espejo y te dices a ti mismo que hoy será un buen día. Aunque no vale de nada que lo digas; pues dentro de ti no tienes buenas expectativas. Pese a saber todo esto, tu sales confiado, con ganas de sonreír de divertirte y de disfrutar. Pero luego sales y las cosas no resultan ser como esperabas. Te das cuenta de que todavía no has olvidado, de que todavía sigues como antes y de que nada ha cambiado dentro de ti. Intentas de todos modos obviar ese pensamiento pero no lo consigues, te perturba  te impide disfrutar del Sábado. Estás serio, apagado... Algunos lo notan, otros lo ignoran y unos terceros hacen como que no les importa cuando de verdad se preguntan el por qué de tu estado de ánimo. ¡Ay si supieran! lo que puede llegar a pasar por la cabeza de este pobre hombre, que intenta parecer de acero pero en el fondo está hecho de papel. Sabes que comiéndote el coco no lograras nada, y sabes que tienes que pasar de todo y disfrutar. Pero aun sabiendo todo eso, no eres capaz de afrontar esa realidad, te sigues aferrando a rayos de luz inexistentes; a falsas esperanzas. Pero claro, a algo hay que aferrarse para no caer en un vacío infinito... ¿Verdad?
¿Entonces que haces? pues lo de siempre, dejar de pensar en tus cosas y preocuparte por los demás solucionar sus problemas o por lo menos intentarlo. Empezar a escribir dejando fluir las teclas al ritmo de una tranquila música que mientras, sigues tarareando. Aislarte de todo para no destruirte por dentro. Alejarte del mundo como un astronauta, pero con ese deseo en lo más profundo de ti, de encontrarte fuera de este mundo a esa persona por la que tanto sufres, que escuchen tu silenciosa llamada de socorro y que acudan a ti. Que no digan nada simplemente un beso y un Te Quiero. Pero claro solo es un estúpido sueño que sabes que no se cumplirá nunca y que tienes que dejarlo de una vez. Pero ya te da igual. Pese a saber todo eso, sigues soñando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario