Ya habían pasado unos días tras el encuentro con la bestia y los cazadores y todo parecía haber vuelto a la normalidad en la vida de Jhon. Claro que solo lo parecía.. La historia solo acaba de empezar.
Como cualquier tarde rutinaria de estudiante, Jhon se encontraba haciendo deberes y estudiando para el examen de filosofía. Preocupado por lo que había pasado dos noches atrás casi no pudo concentrarse. La imagen de esa bestia, los extraños cazadores que le acogieron la pasada noche y el dolor palpitante de su herida en el pecho le atormentaban incesantemente en sus pensamientos. Jhon no estaba tranquilo. Necesitaba hablar con alguien. Así que sin pensarlo se puso la chaqueta, se calzó y puso rumbo al apartamento de su mejor amiga Kate.
Kate es una chica muy guapa. Poco deportiva y aunque algo impulsiva, muy inteligente y sociable. Pero sobre todo, es una de las pocas personas en las que el pobre Jhon puede confiar.
Así pues, Jhon le contó a Kate con pelos y señales lo que pasó hacía dos noches en el bosque. Le habló de aquel ser que los cazadores buscaban, le enseñó la herida y trató de convencerla de que no se lo dijera a nadie. La chica se lo tomó con bastante tranquilidad y tranquilizó a Jhon como pudo diciéndole que lo que vio probablemente se tratase de algún oso. Pero Kate sabía que no era un oso. La herida era demasiado grande para ser producida por un animal de ese tamaño...
Ya caída la noche Jhon volvió a su casa más tranquilo tras estar con su amiga. Los recuerdos de la noche pasada ya no asolaban su mente y solo pensaba en un chocolate caliente con churros para poder irse a dormir tras otro día agotador. Por lo contrario Kate se dispuso a buscar información o al menos noticias sobre lo que le contó su amigo. Tras horas de búsqueda logró el nombre de una especie de organización que se dedica a la caza furtiva y que últimamente sus botines eran extraños animales nunca vistos. Se hacían llamar LOS GRIMMS y tenían múltiples cargos por robo, desorden público y allanamiento de morada entre otras cosas. Al parecer no eran tan amables como parecían serlo cuando ayudaron a Jhon en el bosque.
Mientras tanto, Jhon dormía plácidamente sin saber que el próximo día la vida de varias personas estará en peligro por culpa de una especie de fuerza que amenazaba con hacerse con el control del propio Jhon desde dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario