Era de noche y hacia frío. Ya no había ese hormiguero de gente abarrotando las calles. Solo de vez en cuando, alguna que otra pareja abrazada mirándose el uno al otro como si solo existieran ellos y nadie más. Pero era evidente que no estaban solos. Aún incluso cuando hasta la luna, llena e imponente en lo alto del cielo nocturno les había dejado, escondiéndose entre las nubes; alguien, o más bien algo les estaba observando... Se trataba de aquel joven que en sus días era entusiasta y emprendedor. Un chaval alegre y bromista. Con un gran corazón y una increíble capacidad para ser querido por los demás. Claro, que eso era antes. Ahora, algo le consumía por dentro. Algo oscuro y muy fuerte.
Aquella cosa, quería adueñarse de Jhon. Y esa noche, estuvo a punto de conseguirlo.
Remontémonos horas atrás. Aún siendo Sábado, Jhon se había despertado relativamente temprano debido a unos inquietantes sueños. Una oscuridad absoluta, unas voces en un lenguaje incomprensible y luego, otra vez la figura de la bestia. Esta vez erguida y más humana que nunca; si no fuera por aquellas enormes garras y colmillos, esos luminosos ojos rojos y que medía por lo menos dos metros.
Estaba claro que la bestia quería comunicarse con él pero ¿Qué iba a hacer él si no comprendía lo que le quería decir? Durante horas Jhon estuvo ausente, metido en su mundo intentando ordenar los pensamientos para saber que es lo que estaba pasando. Ignoró la llamada de sus amigos para salir de fiesta ese día pero ante la insistencia de ellos Jhon empezó a ponerse más agresivo y distante con los demás. Una extraña ira le estaba consumiendo y a su vez, el dolor de su herida se iba haciendo más insoportable. Kate sabía lo que pasaba pero tenía miedo a que un ataque de ira de Jhon acabara con ella. Por lo que no hizo nada y se quedó al margen junto al resto del grupo, el cual no se percató de ninguna anomalía en la atmósfera.
Horas después, cuando ya empezaba a caer la tarde y sus amigos ya estaban de fiesta, Jhon decidió volver al bosque en busca de respuestas. Quizá haya sido una decisión equivocada, pero en la situación en la que se encontraba todo eran malas decisiones y algo tenía que hacer. El viaje no era largo pero una tormenta arreciaba y no era recomendable salir a caminar y mucho menos adentrarse en algún bosque. Pero eso no iba a detener a la necesidad de respuestas a lo que le estaba sucediendo al pobre Jhon.
Durante el trayecto, unos gatos callejeros que Jhon conocía de hace ya un tiempo y que de vez en cuando se paraba a darles un poco de comida, huyeron ante la presencia del joven. Cosa que le resultó bastante extraño el hecho de que no lo reconociesen. No obstante, no le presto mayor importancia. Pero ya en el interior del bosque, debido a la gran tormenta que caía sobre él; una rama podrida se desprendió y se precipito sobre la cabeza de Jhon. A pesar de ello, con unos reflejos y una velocidad sobre humana, el chico consiguió esquivar la gran rama. Esto lo desconcertó muchísimo y le asustó aún más. No podía soportar pensar que al igual que en las novelas y películas sobre bestias que transforman a sus presas en siervos Jhon iba a acabar igual. Los síntomas de la transformación estaban floreciendo.
El terror se apoderó del joven y junto a él, su lado mas inhumano también salió a la luz. Corrió entre la maleza hasta que de pronto vio una silueta a lo lejos. Se trataba de un vigilante del grupo de cazadores que días atrás le curó las heridas. Pero claro, Jhon estaba ciego de ira y no podía controlarse. Sin darle tiempo siquiera al guardia GRIM para reaccionar, el joven, enloquecido le embistió con tanta fuerza pensando que aquella persona se trataba de la bestia. El golpe fue tan brutal que la cabeza del guardia impactó contra una roca y acabó con su vida en cuestión de milésimas de segundo. Ante el grito de Jhon y el golpe, los demás guardias aparecieron para ver que había sucedido y al detenerse ante el cuerpo inerte de su amigo, abrieron fuego contra el joven. Pero este, con gran agilidad desapareció entre los árboles.
El joven Jhon aún furioso salió del bosque y subió a los tejados de la ciudad. No podía controlarse. Y con su primera victima, había despertado en él una sed insaciable de sangre. Con lo que se dispuso a acechar alguna presa desde las alturas. Pero lo que no sabía es que algo le había estado observando desde su entrada en el bosque...
Una vez ya había seleccionado una pareja de enamorados en un paseo oscuro como presa, Jhon se preparó para saltar sobre ella desde la azotea. Pero un segundo antes, la sombra vigilante se abalanzó sobre el joven convertido ya en bestia y evitó que este atacase a su víctima. Ambos cuerpos se precipitaron al suelo con gran fuerza. Todo pasó increíblemente rápido y antes de perder el conocimiento, Jhon solo consiguió ver de nuevo la cara de la bestia muy cerca de él. Tras eso, solo una imagen borrosa de la misma cara y finalmente, negro.
Esa bestia, de algún modo u otro había salvado la vida del propio Jhon y de aquellas personas, las cuales no supieron siquiera que su vida había corrido peligro. Esa fatídica noche tormentosa de otoño fue el verdadero comienzo.
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