La historia del rey pato

miércoles, 2 de enero de 2013

A mis lectores, feliz año.

Es gracioso. Todos los años la misma historia. Y es que pocas veces cambia. Empieza el año y te propones un montón de cambios, de ideas nuevas, de metas, de sueños por conseguir y problemas a superar....
¿Y por qué? porque quieren ser una persona nueva, una persona diferente con cantidad de cualidades, lujos y logros. Pero lo mejor de todo es que la inmensa minoría consigue tales logros. No se dan cuenta que lo realmente bueno nunca se planea. Nunca ocurre porque tu lo hayas buscado y lo encuentres. Pasa porque vino de improvisto, porque ese recuerdo, ese suceso, te encontró a ti.

Con toda esta palabrería ya común en mi, quiero decir a quien se moleste por leerme que es una completa gilipollez planear un año lleno de cambios. Lo primero, tu eres de una manera determinada y seas quien seas, eres genial así. No cambies por nada. Segundo, recuerda lo que mencioné antes y no planees como un loco o loca tu vida mas que tus metas más lejanas y finales porque como ya dije, lo bueno nunca sucede de manera premeditada. Y tercero, vive cada día del año si mirar los días pasados y no te atrevas a sulfurarte. ni  siquiera por no conseguir lo que te propusiste. Por que por mucho que queramos, a veces, las oportunidades raramente se presentan más de una vez en la vida. Por eso hay que vivir en el presente, hay que disfrutar el día a día.

Este año 2012 fue un año para mi ciertamente curioso. No puedo decir que el mejor porque sinceramente feliz no fui. Pero si que puedo decir que fue el año que más maduré como persona y más me gustó a pesar de los contras que tuvo. Con esto reafirmo que no lo cambiaría jamás como tampoco cambiaré ni me propondré chorradas nuevas para este nuevo año y seguiré viviendo como siempre, el momento.

Os deseo a todos un gran 2013 y que disfrutéis de las pequeñas cosas que os brinde la vida. Pues son las mejores sin duda.

Y gracias por aguantar mis tostones de entradas ;)

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