La historia del rey pato

miércoles, 27 de junio de 2012

Corazón estúpido.

Soy idiota. si, así empiezo esta entrada. Quiero meterme en una guerra que de antemano ya sabía que iba a perder. Luego, aun habiendo perdido, intento luchar y luchar por una causa absurda. Si es que soy realmente tonto. ¿Por qué no aprenderé a dar algo por perdido? Siempre aferrándome a metas inalcanzables, a esperanzas o yo que sé. Nunca comprenderé como puedo odiar tanto a una persona y a la vez amarla de tal manera. Nunca entenderé por qué parece que me gusta sufrir. Nunca.
Estoy cansado de mi mismo. De mi actitud, de mi estúpido corazón, de todo.
Lo mejor de todo, es que aún así; sigo sin querer cambiar siquiera.

Y es que me da igual, no me rendiré. Lucharé hasta el final y seguiré hacia adelante. Batallando día y noche, con lagrimas en los ojos. Con terribles heridas en forma de recuerdos que me destruyen lentamente pero que a la vez me dan motivos y razones para seguir adelante, contra viento y marea.
Hermanos, esta puede que sea la guerra más dura. La más sangrienta; en la que dos bandos luchan por un propósito por imposible que sea. En la que todo vale, y la única cuyo nombre es el antónimo de si misma. Pero eso no sera motivo de retirada. Si he emprendido este viaje, es para llegar hasta el final. haga lo que haga falta.


Ya no se si es orgullo o si realmente es amor verdadero. Lo único que sé; es que da igual lo estúpido que sea seguir con la causa. Esta es mi lucha y haré lo que esté en mis manos para vencer.

viernes, 22 de junio de 2012

Una tormenta repentina.

Salir de casa y ver una oleada de gotas precipitarse sobre mi rostro. Yo y mi música solos bajo la lluvia. Me encuentro en un mundo que no parece ser el mio... a veces... me siento como un astronauta; alejado de mi planeta, confinado a vivir en un vacío penetrante, perdido, solo; viendo como mi vida se va esfumando lejos de los míos. A veces me siento como un extraño para los demás; y en ocasiones, incluso para mi mismo. Ya no espero que nadie me entienda ni comprenda el fin de mis acciones. Ya no espero siquiera apoyo de los demás. He asumido que estoy solo en esta mierda; y que si quiero salir vivo tendré que luchar sin ayuda de los demás. Toca perseguir mis objetivos. Evitar a aquellas personas que me dicen que no puedo lograr lo que me propongo y solamente seguir mis sueños, protegerlos y luchar por ellos. Sin compañía, solo en un mundo al que ya no me siento parte de el.

El día no pintaba ser tan malo; alguna que otra decepción ya convertida en rutina, recuerdos que persisten en quedarse aunque intente evadirlos, risas con amigos, momentos un tanto especiales e imprevistos...
Pero la calma tardó poco en esfumarse. Cuando aquella tormenta nubló mi mente y me mando a un vacío insondable de pensamientos que solo me hacían daño y más daño; dejé de sentirme con ganas, con fuerzas de perseguir mis sueños. Ya no quería salir fuera y comerme el mundo dejando mal a aquellos que no creían en mi. Ya no sentía nada, absolutamente nada excepto una terrible y profunda tristeza. Producto de mi falta de auto confianza y de mis ilusiones quebradas por la visión de un futuro muy negro pero a la vez aterradoramente real..

Hoy, he vuelto a mirar al cielo en busca de respuestas. O quizá de ayuda. Con la vaga esperanza de que alguien no me de palabras de apoyo, si no que se siente a mi lado a ver las estrellas y me ayude en esta guerra que poco a poco estoy perdiendo.

viernes, 15 de junio de 2012

Recuerdos de un loco.



Hoy, cinco meses después; aún recuerdo aquel fatídico domingo. Era una tarde lluviosa y dos jóvenes despreocupados habían quedado juntos con la intención de pasar el tiempo haciendo deporte. El temporal estaba totalmente en su contra y todo indicaba a que sería mejor que cada uno vuelva a su casa. Pero entre risas y tonterías, surgió aquello. Ese momento totalmente inesperado, tan ilógico; envolvió a los dos jóvenes en una magia sin igual, en otra magia diferente. Ese momento en el que los labios de dos personas que jamás se verían en aquella situación, se juntaron para formar un solo cuerpo; resultó tan incomprensible, como perfecto. Ese instante, fue el claro ejemplo que me recordó que los momentos más hermosos de nuestra vida, son aquellos que surgen sin ser planeados. 
De la misma manera que en aquel día ocurrió algo que parecía totalmente imposible y desafiaba a toda expectativa; pensaba volver a desafiar toda lógica y regla. Intentar que vuelva a surgir un momento tan maravilloso como el vivido aquella vez. Habiendo corregido los errores del pasado para volver a besar aquellos labios tan deliciosos. Pues las cosas bonitas, hay que vivirlas dos veces.

Pero por desgracia, dudo que esto pueda volver a ocurrir en un mundo mas allá de los muros de mi mente y mi imaginación. Por muchisimo que quiera hacerlo realidad.

jueves, 14 de junio de 2012

El destino.

Que en este mundo no se puede estar de brazos cruzados esperando que las cosas se hagan solas. Que si quieres algo tienes que salir a buscarlo, y que le den al miedo y a sus putos sinónimos. Si quieres que te diga la verdad, yo era una cobarde disfrazada de valiente pero ahora he cambiado, he crecido o como quieras llamarlo y me he dado cuenta de lo que estaba haciendo con mi vida y no me gustaba. Que sí, lo sé, que me caeré 300 veces pero me levantaré 301 y aunque me equivoque 1000 veces de camino sé que al final encontraré el que me pertenece porque todo está predestinado y aunque nos alejemos mil millas, siempre encontraremos el camino de vuelta a casa.

domingo, 10 de junio de 2012

El porqué de las cosas.

¿Nunca os fijasteis que el ser humano siempre se pregunta el por qué de todo? Parece que uno nunca está tranquilo si no sabe cómo pasó algo o por qué pasó. Buscamos el significado a casi cualquier cosa, que puede que lo tenga, pero a veces no es así. Pueden darse situaciones que no tengan explicación alguna; que se desconozca la causa. Mucha gente cree que siempre tiene que haber un motivo por el cual algo ocurrió. Pero no se dan cuenta que a veces simplemente las cosas surgen porque sí. Y si en verdad hay una razón por la cual pasó, no hay que darle vueltas y más vueltas; pues en realidad no tiene importancia su origen, sino el hecho de que surgió y punto.
Es difícil de entender lo se, pero quiero decir que no hay que buscarle respuestas a absolutamente todo lo que ocurre a nuestro alrededor. A veces, lo bonito es no saber nada. Simplemente disfrutar y dejarse llevar por la magia de la incertidumbre.
Cuando alguien no para de cuestionarse sucesos que han ocurrido o están por ocurrir, no se da cuenta, pero no está viviendo el presente como tiene que vivirlo. Eso es un error fatal que hay que evitar. Hay que vivir cada día en el presente y dejar de perder el tiempo en momentos pasados. Hay que vivir cada día como si fuera el último. Tener una serie de objetivos fijos y perseguirlos; pero viviendo la vida día a día. Vivimos demasiado estresados preguntándonos todo. ¡Descansemos un poco! Evitemos hacernos cuestiones que seguramente no encontremos nunca la respuesta. Si algo surge de manera enigmática y extraña, no te preguntes por qué surgió. Pues tal suceso incomprensible no tendrá respuesta. Simplemente vívelo y aprende de él.

Todo esto lo digo porque yo soy uno de ellos. Mucho tiempo me he preguntado el porque de algo que significó mucho para mí. Me he martirizado y he perdido mucho tiempo de mi vida en buscar una respuesta a tal enigma. Tal vez por esperanza o por obsesión de conocimiento. Lo que importa es que hay que evitar perder así el tiempo. Si vuelve a suceder aquello que he vivido será por algo. Y si sucede, no me volveré a preguntar el porqué y simplemente aprenderé del pasado para corregir los errores y aprovecharé el momento.

"Lo bonito de la vida es la incertidumbre de lo que pueda ocurrir sin previo aviso"

sábado, 9 de junio de 2012

Locura justificada.

Mucha gente... que digo de mucha, muchísima gente siente la necesidad de sentirse parte de un grupo, seguir unas modas, ser lo que se puede considerar normal dentro de una sociedad... Aunque eso de normal, chirría mucho ¿No creéis? Nunca entenderé porque al mundo le gusta tanta monotonía, cuando lo bello está en la variedad. Yo nunca quise ser igual al resto; siempre busqué diferenciarme, escaparme de lo común. Y con esto no quiero decir querer convertirme en algo raro. Más bien diferente. Tal deseo, hace que me sienta libre.
Y puede que me toméis por loco por lo que digo y hago; es cierto que lo soy. Pero esa locura, está claramente justificada.

No se cuando ni cómo empezó. Pero tampoco me preocupa saberlo. Soy así debido a los acontecimientos del pasado que me han hecho tal como me veis. Y sinceramente, me siento orgulloso de ello. Indagando un poco en mi mente, con el paso del tiempo, me he ido dando cuenta de que un 75% de esta locura se debe a la importancia que le doy a las cosas. Querer algo con tanta fuerza que te lleve al punto de volverte majara... Es curioso, pero da la casualidad que en ocasiones resulta incluso divertido. Irónico, ¿verdad? Todo está lleno de ironía. No hay nada que se escape de la pragmática. Incluso esta ultima frase resultó irónica.
Hay muchos tipos de locura en las personas. Yo considero que alguna de estas clases de locura son casi hasta beneficiosas para uno mismo. Pero ese no creo que sea mi caso.

El otro 25% de mi locura tiene ojos, nariz y labios. Dulces labios, por cierto. Lástima que puede que nunca los vuelva a besar...

viernes, 1 de junio de 2012

Un sitio donde arder

Un sitio donde poder recuperar la fe en uno mismo o ¿por que no? también en la humanidad.
Un sitio al que escapar de todo y poder gritar libremente sin temor a que te escuchen.
Un sitio al que acudir cuando me sienta mal; pues la magia de ese sitio aliviará todo dolor.
Un sitio donde sople una suave brisa de verano, donde se vea un atardecer eterno y perfecto.
Un sitio desde el que pueda oír las olas y ver cómo se desvanecen en forma de leve caricia en la orilla.
Un lugar en el que estar solo, no sea ningún problema ni mucho menos, si no la solución a todos ellos.
Un lugar donde dejar que todas mis emociones exploten haciendo que arda todo...
Un lugar al que confinarse cuando quiera escapar del mundo.

Un lugar donde las estrellas sean mi cuna y pueda acurrucarme en su manto, bajo la silenciosa protección de la Luna. Y poder renacer, recordar que se siente al gozar de ese sentimiento tan puro y perfecto como ilícito, llamado Felicidad.
Ese lugar que solo yo conozco, es mi paraíso terrenal...
Un sitio donde arder.