La historia del rey pato

viernes, 1 de junio de 2012

Un sitio donde arder

Un sitio donde poder recuperar la fe en uno mismo o ¿por que no? también en la humanidad.
Un sitio al que escapar de todo y poder gritar libremente sin temor a que te escuchen.
Un sitio al que acudir cuando me sienta mal; pues la magia de ese sitio aliviará todo dolor.
Un sitio donde sople una suave brisa de verano, donde se vea un atardecer eterno y perfecto.
Un sitio desde el que pueda oír las olas y ver cómo se desvanecen en forma de leve caricia en la orilla.
Un lugar en el que estar solo, no sea ningún problema ni mucho menos, si no la solución a todos ellos.
Un lugar donde dejar que todas mis emociones exploten haciendo que arda todo...
Un lugar al que confinarse cuando quiera escapar del mundo.

Un lugar donde las estrellas sean mi cuna y pueda acurrucarme en su manto, bajo la silenciosa protección de la Luna. Y poder renacer, recordar que se siente al gozar de ese sentimiento tan puro y perfecto como ilícito, llamado Felicidad.
Ese lugar que solo yo conozco, es mi paraíso terrenal...
Un sitio donde arder.

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