A lo largo de nuestra vida nos puede suceder cosas extrañas, que se salen de linea, incomprensibles. Hablo de aquellos momentos que son imposibles de explicar con palabras. Momentos que no parecen reales y que pensamos que son obra de nuestra traviesa imaginación o que nuestro cansado cerebro nos la esta jugando. Pero al fin y al cabo han sucedido realmente y no lo podemos remediar. Son aquellas cosas, porque no sé decirlo de otra manera; que incluso al propio universo, que abraza todo lo material en su manto, se le escapan. ¿Y por qué sucede esto? ¿Cuáles son esos extraños acontecimientos que nos pasan al menos una vez en la vida? Ay... Si pudiera saberlo... Solo sé que uno encontrará la respuesta a su debido tiempo. Y podrá comprobar, al igual que yo, que hay muchas cosas que se escapan totalmente de nuestra comprensión y entendimiento de la realidad.
A mí, ya me ha sucedido.Y todavía sigo sin encontrar respuesta a aquello que en su día, me conmocionó con tal intensidad que nubló mi mente y me llevó durante mucho tiempo a una azarosa búsqueda de la verdad. Haciéndome caer en la locura, fracaso tras fracaso.
Pero...
Ya no busco la verdad ni el conocimiento. Ya no busco nada más que no sea volver a revivir aquello; no para comprender, si no con el único objetivo de disfrutar del momento una vez más y por fin, simplemente tumbarme, cerrar los ojos y desconectar.
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